jueves, 20 de enero de 2011

JAVIER PIZZOLITO - Parte de su emocionante historia!!

Como sucede con buena parte de los deportistas, la explicación de por qué tienen tanta pasión por lo que hacen está en el legado de los padres. Y Javier Pizzolito no es la excepción. Su papá Alberto era fanático de las motos y, obviamente, Javier no pudo escaparse de la herencia genetica de su padre. “Desde los 5 años Javi tiene una moto. Prácticamente aprendió a caminar y a andar en moto al mismo tiempo. Le encantan, y desde chiquito tenía que llevarlo conmigo”, cuenta su padre. Luego hizo el camino de cualquier fanático del motocross. Corrió en los torneos bonaerenses y nacionales, consiguiendo que todas las miradas se posarán sobre él. En 1992, con sólo 12 años, fue campeón del Enduro de la Costa Atlántica. Los 2 años siguientes también lo tendrían como el número 1 en este torneo. Después llegaron más éxitos y reconocimiento en todo el país. Pero como le sucede a cualquier piloto argentino de motocross, no podía dejar de mirar la AMA Supercross, la categoría más importante del planeta en esta disciplina. El sueño de estar allí se cumplió en 2001, cuando fue a competir en la Súper Cross Series (división amateur). Terminó 6to y con una sonrisa que nadie le podía borrar. “Fue algo increíble que le permitió un reconocimiento que nunca hubiésemos imaginado”, asegura Alberto.
En 2009, el Dakar llegó a la Argentina y Javier no se perdió ni un minuto de la carrera. Ya había conseguido todo con el motocross, y el rally raid comenzaba a ser una buena opción. Su primera experiencia en este tipo de carreras fue en 2009 con el Rally Cross Country argentino, y se llevó el título. La gente de Honda tomó nota de su actuación y le pidió que fuera su piloto oficial en el Dakar 2010. Los especialistas no dudaban que sería la gran revelación del rally raid.
La idea del pinamarense en este Dakar era sólo dar la vuelta. Quería largar el 1º y estar el 15 en Buenos Aires. No pensaba en posiciones ni en luchar por un lugar destacado. Pero el día de la prueba especial de Fiambalá, el miércoles pasado, fue histórico. Motos y cuadriciclos largaron de a veinte, como si fuera una carrera de motocross. El circuito también era muy parecido al de los torneos en los que se destacó durante toda su vida. El séptimo puesto conseguido en esa prueba fue un ejemplo de su capacidad en este tipo de trazados. Además, se convirtió en el argentino que mejor posición tuvo en esta categoría en la historia de la competencia. Si bien ese día se cayó y se rompió un diente, no pudo ocultar la felicidad por el puesto conseguido. “Cuando vi la posición en la que terminé no lo podía creer. Sabía que me había ido bastante bien porque estuve toda la especial con los pilotos de punta, pero verme ahí fue tremendo”, contó Pizzolito ese día.
Finalmente, Javier culminó en la posición 18 en este Dakar y es feliz. El año que viene seguramente irá por mucho más!!
 

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